miércoles, 24 de agosto de 2011

No te des por vencido jamás ni hagas caso a los que te dicen que no puedes

Lucha

A veces otros tratan de aplastarnos, de minimizar nuestros sueños y esperanzas, nuestro futuro y nuestra persona.

Poniéndonos en ridículo y por muchos otros medios, las personas malintencionadas pueden tratar de llevarnos a la ruina.

Por la razón que sea, nuestros esfuerzos por mejorar, por ser más felices en la vida, se pueden volver el blanco de ataques.

A veces es necesario encargarse de esto directamente. Pero existe una manera de resolverlo a largo plazo que rara vez falla.

¿Qué es con exactitud lo que estas personas tratan de hacernos? Tratan de empujarnos a una posición inferior. Deben pensar que somos peligrosos para ellas en alguna forma; deben creer que si progresáramos en el mundo, eso sería una amenaza para ellas.

Por eso tratan de minimizar nuestro talento y capacidad de diversas formas. Algunos dementes incluso tienen un plan general que dice: "Si A tiene más éxito, puede ser una amenaza para mí; por lo tanto, debo hacer todo lo posible para lograr que A tenga menos éxito".

Al parecer, nunca se les ha ocurrido que sus acciones podrían convertir a A en su enemigo, aunque no lo haya sido antes. Podría decirse que ésta es una forma casi segura en que estos dementes se meten en problemas; algunos lo hacen sólo por prejuicio o porque "alguien les desagrada".

Pero, sin importar cómo traten de hacerlo, su verdadero propósito, como tal, es hacer que la persona que es su objetivo se empequeñezca y fracase en la vida. La manera de resolver realmente esta situación y de manejar a estas personas, la manera de vencerlas, es florecer y prosperar. Sí, es cierto que al ver que nuestra suerte mejora, tales personas pueden ponerse frenéticas y atacar con más fuerza.

Lo que debemos hacer es encargarnos de ellas si tenemos que hacerlo, pero no dejar de florecer y prosperar, ya que eso es lo que tales personas quisieran que hicieras. Si floreces y prosperas cada vez más y más, tales personas caerán en apatía, podrían darse por vencidas completamente. Si nuestras metas en la vida valen la pena, si las llevamos a cabo teniendo en cuenta los preceptos de este libro, si florecemos y prosperamos, con toda seguridad saldremos vencedores y con optimismo, sin dañar un solo cabello de sus cabezas.

Y ese es mi deseo para ti: ¡Florece y prospera!

martes, 23 de agosto de 2011

Perder el tiempo es una de la peores cosas que puedes hacer

Perder-el-tiempo

Uno de los peores hábitos que puede desarrollar una persona es el de perder el tiempo. Esto es así, pues la vida es tiempo, y perder el tiempo significa perder vida.

La vida es un proceso complejo y precioso que en medio de sus altas y bajas nos ofrece la oportunidad de aprender y vivir múltiples y enriquecedoras experiencias. Todas esas experiencias, transcurren en lapsos de tiempo, es decir, ese espacio que no permite medir que mide los cambios de estado, es decir, un antes y un después.

A pesar de de manera recurrente se nos advierte que “el tiempo es oro”, que es un recurso no renovable y que todos a su tiempo envejeceremos y moriremos, tendemos a asignarle un valor inferior al que se merece.

Quizás se nos dificulta comprender que todo cambia y que cada momento es precioso pues se va y no hay posibilidad alguna de recuperarlo. Los niños no tienen clara consciencia del tiempo, y desean jugar por horas de manera indefinida. Los adolescentes se creen inmortales y gastan horas y horas en actividades que para muchos serían triviales. Los adultos se ocupan de mil cosas sin determinar claras prioridades, y los ancianos, quienes sí valoran el tiempo, viven con la ansiedad de que les queda poco.

En el libro “Maneje su tiempo”, B. Eugene Griessman afirma que toda porción de tiempo es altamente valiosa, y no únicamente las que se dedican a estudiar o a trabajar. Dice, además, que si nos roban algún objeto, podemos llamar a la policía y denunciar el robo, pero cuando nos roban el tiempo ni siquiera lo notamos, pese a que lo material es recuperable y el tiempo no.

El hábito de perder el tiempo es frecuente y resulta muy costoso a la larga. Suele aparecer en la infancia cuando muchos padres les enseñan a distraerse durante horas para quitárselos de encima y tener algo de vida propia. Alentar actividades sin meta clara, como: “Anda a ver televisión”, ” vete a jugar”,”quítate de aquí”, etc. no ayudan a los niños a valorar el tiempo.

Opuesto aunque también común es la rigidez, que resta libertad y felicidad al niño. Se debe lograr un balance que permita el aprovechamiento y valoración de los minutos, pues esta base educativa regirá las decisiones y por tanto el éxito o el fracaso de la vida adulta. La definición de prioridades y el manejo de tiempo energía, dinero y relaciones, definen nuestros destinos.

Perdemos el tiempo en mil actividades al día, burocratizadas, ritualizadas o repetidas. Y si acaso se nos ocurre valorar el tiempo, y preguntarle a quien nos pide una cita personal el motivo de su solicitud, debemos prepararnos para la indiferencia o el reclamo. ¿Qué podemos hacer para reducir al máximo la pérdida de tiempo y poder en cambio obtener resultados satisfactorios, frecuentes y abundantes?

Lo primero es realizar un mapa de uso del tiempo para saber en qué lo invertimos. Un mecanismo clave es calcular el valor económico de nuestras horas, pues así sabrá que cada hora perdida podría indicar la potencial pérdida de ingresos. Divida su ingreso mensual entre el número de horas que trabaja cada mes, y tendrá el dato requerido.

Planificar es una de las formas más efectivas de ahorrar tiempo. Asigne un tiempo a cada actividad y respete ese plan. Se sorprenderá de la sensación de control que esto le dará. Piense en lo que desea lograr, los recursos que necesita, los posibles obstáculos con que encontrará, así como sus soluciones más viables y notará que todo se facilita y se hace en la mitad del tiempo. Y priorice, definiendo lo más urgente y lo más importante.

Haga primero esas actividades y deje las menos productivas o urgentes para el final del día. Si va a reunirse con alguien, decida cuánto tiempo durará esa entrevista. No permita que otros manejes sus horas ni le hagan la agenda. Diga “no puedo”. Si no respeta usted su tiempo, no espere que otro lo haga.

Analice y descubra cómo malbarata el tiempo, y huya de los ladrones del tiempo que se aparecen sin aviso y no tiene hora de despedida. Y no diga que “no tiene tiempo”. Esa es una forma de decirle a la mente que usted no tiene control y que no ha elegido mejorar.

Finalmente, céntrese en el día de hoy. Si aprovecha cada día sus metas se lograrán y no se verá atrapado en preocupaciones ni pérdidas de tiempo que a final de la vida le llevarán a experimentar culpa.

Dr. Renny Yagosesky

lunes, 22 de agosto de 2011

Los 10 peligros más comunes del trabajo freelance

Freelance

Hoy en día la modalidad de trabajo freelance se ha instalado en gran parte de la población que encuentra, en esta forma, una libertad con la que no contarían en otro empleo más estático. Pero si bien nadie puede negar que el trabajar desde casa es una práctica muy confortable, hay algunos problemas que pueden aquejar la mente o el cuerpo sin que nos demos cuenta.

Para todos aquellos que realizan sus actividades laborales de esta forma, y a veces, comienzan a sentir que su organismo no les da para más, he aquí algunas cuestiones para tener en cuenta y sus posibles soluciones, y que creo también pueden ser aplicables a otras actividades que usualmente desempeñamos como el estudio y trabajos manuales.

Adicción a la cafeína

Si lo primero que pensamos cuando nos levantamos es “Café”, si llenamos nuestra taza antes de lavarnos los dientes, y no es hasta la segunda que sentimos que podemos funcionar normalmente. O si, por alguna razón, no podemos obtener nuestra dosis de cafeína y todo tiende a desmoronarse, nos cambia el humor, sentimos que no podemos avanzar. Entonces, somos adictos.

Una posible solución a esto, obviamente si la estamos buscando, puede ser, en el caso de que bebamos dos tazas antes de empezar a trabajar, cambiar el tamaño del recipiente por uno más pequeño, el cerebro registrará que hemos tenido dos pocillos y no nos molestará tanto por la cantidad.

Si preparamos una menor cantidad para que nos dure todo el día, seremos más cuidadosos en el consumo. Los límites en estos casos suelen ser saludables.

Trabajar y dormir hasta tarde

Muchos freelancers somos como búhos, y la frase “y es que yo funciono mejor de noche” puede no ser tan así. Probablemente, esta cuestión sea un hábito logrado a base de quedarse trabajando más de lo normal hasta altas horas de la noche, por x motivo, fechas de entrega, o gran cantidad de trabajo (y porqué no, ocio, también). Y esta situación, no es grave si nos sucede una vez cada tanto, pero si se transforma en la norma, entonces estamos en problemas.

Una solución probable puede ser planear a futuro, organizar nuestra agenda el día anterior por dos motivos, ver la cantidad de trabajo pendiente y encontrar la mejor forma de llevarla adelante para terminar a tiempo, y darnos cuenta de los cabos sueltos para contemplarlos en la organización, de esta forma nos aseguramos cumplir con lo necesario en el tiempo justo y no demorarnos más de lo conveniente.

Fumar

El fumar es perjudicial para la salud, y eso es sabido. Aquellos freelancers que fuman tienden a fumar más durante el trabajo. Obviamente como no hay ninguna regla que lo impida, se tiende a fumar todo el tiempo y sin tomar conciencia de ello. Fumar excesivamente trae todo tipo de problemas de salud, tanto a corto como largo plazo. El consejo no es dejarlo (aunque deberíamos), sino fumar menos.

Una buena práctica sería convertir nuestro hogar/officina en zona libre de humo. Limpiar los ceniceros y todos los paquetes que encontremos y si queremos fumar salir a hacerlo en otro lugar, que no sea donde trabajamos.

Cuando esto se convierte en hábito, nos daremos cuenta que si estamos concentrados con un trabajo, habremos retrasado el salir a fumar y cuando menos lo esperemos habrán pasado 3 horas sin que fumemos un cigarrillo.

Síndrome del túnel carpiano

El síndrome del túnel carpiano es una amenaza real no solo de los freelancers sino de todos aquellos que trabajan diariamente con la pc. Es provocado por la acción repetitiva y puede afectar los dedos, la muñeca y la mano. Escribir durante horas, o la utilización del mouse sin levantar la mano para moverla puede desencadenar esta afección, que requiere una cirugía para corregirse y 6 semanas de recuperación. Un verdadero desastre para cualquiera que necesite trabajar y más si no lo hace en relación de dependencia.

La prevención es muy simple y puede llegar a evitarnos graves inconvenientes, asegurarnos de ejercitar nuestras manos una vez por hora al menos, estirar los brazos, flexionar los dedos y rotar las muñecas, utilizar una bola de masaje como ejercicio en nuestro escritorio y utilizarla en los momentos de pensamiento creativo.

Ojos irritados

Y sinceramente no se que pretendíamos de mirar nuestra pantalla de computadora durante todo el día. Si combinamos eso con la falta de sueño, se podría decir que es inevitable.

La solución también es muy simple, y todas estas cosas que pueden obviar fácilmente, cerrar los ojos por algunos minutos y descansarlos. Sacarnos los lentes de lectura si los utilizamos, lavar nuestra cara con agua fria o con un paño embebido y aplicarlo sobre los ojos de forma suave.

Cortos períodos de atención

Podemos culpar a internet, para poder trabajar necesitamos estar conectados todo el tiempo. Email, lectores de feeds, Twitter, entre tantos otros, hemos logrado acortar los períodos de atención de forma drástica. Parecería que nos empeñamos en distraernos y saltar de una cosa a la otra, de un programa a otro, de una pestaña a otra. Antes de que nos demos cuenta, se nos ha pasado el día y no hemos hecho absolutamente nada de lo que debíamos hacer.

Como el resto de las soluciones, implican un hábito, y por ende requieren tiempo de “entrenamiento”, priorizar las obligaciones y cerrar todo lo que no concierne a lo que debemos hacer, cerramos Twitter, Facebook, los emails, todo lo que nos hace perder el tiempo.

Dividir el trabajo en etapas y darnos pequeños descansos cuando esas etapas se concluyen, una técnica que nos mencionaba Pablo hace un tiempo, y doy fe que es la que mejor le rinde es la Técnica Pomodoro, cuesta al principio, pero como dije anteriormente, con tiempo, se puede lograr.

Dolor de cuello

Nos pasamos gran parte del día sentados en nuestro escritorio, mirando la pantalla, y no es algo completamente placentero. Luego de un par de horas el cuello se siente rígido y la espalda comienza a doler, y a veces, sin notar de lo que pasa. Una vez que nos levantamos de la silla es que caemos en la cuenta de los dolores y la rigidez.

La solución puede ser estirar y rotar el cuello lentamente a intervalos regulares, una vez por hora o cada media hora. Levantarnos, caminar antes de volver a sentarnos. Si el dolor de espalda es muy fuerte, intenta colocar un almohadón detrás de la espalda para agregar soporte.

Mala postura

A medida que van pasando las horas en nuestra computadora, tenemos la tendencia de encorvar nuestra espalda hacia adelante, esto daña nuestra columna vertebral a largo plazo y todos los problemas de postura que esto conlleva.

Para evitar vernos como una persona mayor encorvada, invirtamos una buena cantidad de dinero en una silla ergonómica. Será caro pero nos servirá durante varios años y no solo lo ahorraremos en médicos en un futuro, sino que entenderemos la importancia de un buen sillón para trabajar. Si podemos, también, sería conveniente adquirir un escritorio ergonómico.

Estrés

La gran cantidad de trabajo, los clientes demandantes, fechas límite de locura y largas noches sin dormir pueden llevarnos a sufrir de estrés. Quizás funcionemos mejor bajo presión pero si esto se convierte en una constante, es probable que caigamos en un cuadro de estas características.

Algo de estrés es bueno para nosotros, tenemos que tomarnos el trabajo freelance seriamente para producir nuestro mejor resultado, pero si es necesario pasar las noches sin dormir y con dolores de cabeza constantes, entonces algo hay que cambiar.

Para intentar solucionar este problema, debemos encontrar qué parte de nuestro trabajo como freelancers es la más estresante, es un cliente, un proyecto en particular, lo que sea, identificarlo y buscar maneras de terminarlo o eliminarlo de nuestra mente.

Aumento de peso

Y es inevitable, si no nos movemos, tendemos a consumir más calorías de las que gastamos. Estar sentados frente a la computadora durante largos períodos de tiempo sin desgastar o ejercitar nuestros músculos no solo ayuda a ganar peso sino que deforma nuestro cuerpo. Obviamente siempre que tengamos una tendencia genética, hay gente muy afortunada en esta cuestión. ;)

La solución es ya conocida, salir de la silla y practicar cualquier ejercicio, nada que requiera un esfuerzo excesivo si no lo disfrutamos, pero algo que ayude a poner los músculos en movimiento, ciertamente nos sentiremos más enérgicos y saludables.

Conclusión personal: confieso que a medida que iba leyendo pensaba en lo mal que uno hace muchas veces en pasarse horas y horas sin parar sentados en una silla, fijando la vista, con la espalda encorvada. A medida que traducía cada uno de los puntos del artículo de Samar Owais, iba estirando brazos, enderezando mi columna, modificando posiciones que tengo adquiridas, espero el artículo los ayude a sentirse un poco mejor en este trabajo muy lindo pero a la vez muy demandante.

FUENTE: kabytes

domingo, 21 de agosto de 2011

Factores que condicionan tu productividad II

productividad-200.2Como ya explicamos en la última entrega, el problema de la productividad con tareas “ingratas” es muy diferente al de las tareas creativas. En este caso el objetivo es obligarte a ti mismo a hacer cosas que no te apetecen.

Y es que, en la mayor parte de los casos, tenemos cosas más tentadoras que las tareas obligatorias. ¿Qué puedes hacer entonces para crear un entorno en el que mejore tu productividad con estas tareas?

  • Pon música entretenida. Aquí el objetivo no es concentrarte, sino todo lo contrario: ocupar tu mente lo suficiente como para que soporte mejor estar haciendo una actividad aburrida como puntear una lista de apuntes contables, ordenar unos ficheros, reportar las horas imputadas a un proyecto…

  • Mantén un entorno de trabajo ordenado. Si eres un desastre como yo, al menos compra unas cuantas cajas baratas y archiva con el método “a bulto”. Cuando por fin te has decidido a hacer algo, lo que no puede pasarte es que tengas que buscar un documento y pierdas media hora hasta que decidas que ya lo harás otro día, o cambies de actividad para pasar a la importante tarea de ordenar y clasificar.

  • Ten todo a mano. Organiza tu entorno de trabajo para que no tengas que estar moviéndote cada vez que necesitas un lápiz o un documento. En un mundo ideal, los documentos están escaneados e indexados en tu ordenador. Pero como no vivimos en un mundo ideal, al menos asegúrate que no puedes poner la excusa de “ahora no puedo hacer esto, porque no tengo X. Ya si eso mañana lo busco y me pongo…” Porque mañana, en el improbable caso de que hayas encontrado X, descubrirás que te falta Y y tendrás otra excusa para no trabajar.

  • Trabaja en un entorno cómodo. Se trata de no añadir penalidades a las propias de la tarea. Si hace demasiado calor o demasiado frío, si la silla es incómoda, si no hay luz suficiente, vas a tener una buena excusa para abandonar la tarea cuanto antes.

  • Haz descansos frecuentes. Aquí sí es de utilidad la técnica pomodoro, o algo similar. Se trata de compartimentar los esfuerzos, de manera que tu progreso sea evidente: “en esta media hora he conseguido contabilizar 20 facturas” y esto sirva de motivación para seguir con la tarea en otro intervalo de tiempo similar. Fragmentar los tiempos sirve también para hacer las tareas menos intimidantes: es más fácil empezar si sabes que solo tienes que dedicar 30 minutos a contabilizar facturas que si te enfrentas a toda una mañana de papeleo.

  • Trabaja en un sitio público. Otra aplicación de lo de engañarte a ti mismo. En lugar de cerrar las puertas, colócate a la vista de otras personas. Es mucho más difícil perder el tiempo viendo vídeos de gatitos en YouTube si sabes que te están mirando. Si trabajas desde casa, te merecerá la pena ir a un café o una biblioteca para trabajar. Verás cómo solo por demostrar que estás ocupado acabarás haciendo ese informe que tenías pendiente.

  • Usa un calendario o una lista en papel. Si tienes un calendario, o una lista de tareas en papel, puedes coger un rotulador e ir tachando las cosas ya hechas. Puede parecer una simpleza, pero ese acto produce una satisfacción inmediata porque te ayuda a representar de manera gráfica tu avance. Y ya de paso, te recuerda lo que todavía no has hecho.

    FUENTE: desencadenado.com
  • sábado, 20 de agosto de 2011

    Consejos para aumentar la motivación en tus proyectos personales

    emprendedores288Más allá de los errores que puedan cometerse al iniciar un proyecto, una de las causas más frecuentes del abandono o retraso de los mismos es la disminución o ausencia total de motivación para trabajar en ellos. Al ser un proyecto personal, parece contradictorio que perdamos la motivación para trabajar en una idea gestada por nosotros mismos, libre de imposiciones y que podemos desarrollar a nuestro antojo. No obstante, es precisamente esa libertad la que puede conducirnos a dejar de lado nuestros proyectos, puesto que requiere más compromiso, disciplina, esfuerzo, planificación y estudio. Los proyectos personales, por lo general son emprendimientos exigentes que sin el impulso y la dirección adecuada pueden terminar inconclusos.

    A continuación les presento algunas ideas generales para aumentar la motivación en los proyectos personales.

    Ten objetivos claros y metas alcanzables a corto plazo

    El tiempo es tu enemigo principal, a medida que pasan los días y no ves culminado tu proyecto surge la ansiedad, la impaciencia y la desmotivación. Tener un plan de trabajo bien definido y estructurado, antes de comenzar a desarrollar cualquier proyecto, garantiza un avance rápido, seguro y preciso, sin pérdidas de tiempo en aspectos innecesarios. Adicionalmente, proporciona una visión general del avance del proyecto y el trabajo que resta para culminarlo.

    Por otro lado, independientemente de la magnitud de tu proyecto, resulta idóneo que el plan de trabajo esté conformado por varias fases cortas que te permitan mantener una sensación constante de avance en tu proyecto. Cuando desarrollar un solo objetivo requiere varios meses es recomendable seccionar el trabajo en varias fases cortas, que no sobrepasen un mes, de forma tal que puedas alcanzar varias metas en un menor tiempo, logrando más satisfacciones y menos frustraciones.

    Investiga constantemente

    Mantente al día sobre los estudios y proyectos similares al tuyo. Investigar y adquirir nuevos conocimientos sobre tus áreas de trabajo generará una actitud positiva hacia tu proyecto, aumentando tu autoestima, concentración e interés por el mismo. También, facilitará la superación de obstáculos y promoverá nuevas ideas. De igual forma, es importante que estés atento a las actualizaciones y avances de las tecnologías que emplees para desarrollar tu proyecto.

    Aléjate de distracciones

    En horas de trabajo aléjate de distracciones como redes sociales, juegos, navegar sin rumbo en internet, entre otras, trata de mantenerte concentrado en la actividad que desarrollas y por ningún motivo incumplas con tu planificación. Recuerda que mientras más demores en culminar tu proyecto más propenso serás a desmotivarte. Es importante que seas responsable con tu tiempo de trabajo para que puedas cumplir los plazos estipulados.

    Premia tu esfuerzo

    Por cada meta cumplida proporciónate una pequeña recompensa, haz alguna cosa que te guste mucho para premiar tu esfuerzo. Estas recompensas mantendrán tu interés en el proyecto porque sentirás que el mismo te genera satisfacciones de diferente índole.

    Visualiza tu proyecto terminado y la recompensa final

    Pocas cosas generan tanta satisfacción como ver culminado un proyecto personal. No permitas que las dificultades que puedan surgir te desmotiven, piensa en tu proyecto terminado y la recompensa, tanto emocional como monetaria, en caso de tratarse de un proyecto con fines de lucro, que recibirás al terminar. Ten en mente siempre la finalidad por la cual decidiste iniciar el proyecto y culmínalo disfrutando al máximo la etapa de desarrollo, que, sin duda, te dejará también valiosas experiencias.

    Sé constante y disciplinado

    De poco servirán todos los consejos anteriores si eres flojo y no tienes disciplina ni constancia en lo que intentas emprender. Recordemos que la desmotivación es un sentimiento negativo de desgano que puede convertirte en un fracasado .

    En síntesis, estas sugerencias pueden ayudarte a mejorar o mantener la motivación en tu proyecto pero todo dependerá del tipo de persona que seas y cómo asumas tus compromisos.

    FUENTE | cristalab

    viernes, 19 de agosto de 2011

    Factores que condicionan tu productividad

    productividad-200Además de saber qué tienes que hacer y tener tiempo para hacerlo, cosas que no siempre son fáciles, si quieres mejorar tu productividad es fundamental que controles los factores externos e internos que influyen en ella. Como hemos visto, no es lo mismo hacer un trabajo creativo y que demande toda tu capacidad intelectual que hacer tareas tediosas pero obligatorias. Por eso muchos de los consejos que son útiles para ser productivo en un tipo de tarea pueden ser ineficaces e incluso contraproducentes en la otra.

    Hoy vamos a ver los factores que te ayudan a trabajar en la zona, en tus metas, y en una próxima entrega veremos los factores que pueden ayudarte a realizar las obligaciones.

    Aislamiento

    Para estar en la zona, como vimos anteriormente, necesitas aislarte del exterior. Dependiendo de tu capacidad de concentración ese aislamiento puede ser más o menos extremo. Prueba con la siguiente lista, y aplica todo lo que sea necesario en tu caso:

  • Aislamiento acústico. los ruidos son una fuente constante de distracción. El trabajo en cubículos, o peor aún, en praderas en enormes salas en las que hay gente charlando, hablando por teléfono o incluso comiendo, aunque sea la tónica en muchas empresas, puede ser el mayor impedimento para tu productividad. Si es el caso, ponte unos auriculares, procura que sean de calidad, ya que vas a estar muchas horas con ellos puestos, y aíslate del exterior. Lo ideal son unos auriculares con cancelación de ruido exterior, que te permiten oír tu música a menos volumen sin escuchar el ruido de fuera. Si trabajas desde casa, por supuesto, lo primero es evitar cosas como “poner la tele porque me hace compañía”. Si vives con más personas es posible que tengas que considerar que tu hogar es un entorno tan hostil como una oficina, y debas usar también auriculares.

  • Evita interrupciones. Los auriculares ya son una señal externa de que no estás disponible, con lo que evitarás las típicas visitas del colega que prefiere preguntarte un dato a buscarlo por si mismo. Además, cierra el correo electrónico, todas las redes sociales y apaga el móvil. Créeme, con la excepción de un ataque de zombies, cualquier otra cosa puede esperar un par de horas. Los contestadores están para ser usados. Si el sitio donde trabajas tiene puerta, ciérrala.

  • Establece horarios. Esto te ayuda tanto a ti como a los que te rodean a respetar esas horas de productividad concentrada. Si saben que en una o dos horas vas a poder atenderles, cualquiera preferirá esperar y que lo hagas de buen grado a interrumpirte y llevarse un bufido.

  • Huye. Si a pesar de todas las medidas las interrupciones son constantes, simplemente vete a otro sitio. Claro que si trabajas encadenado de 8 a 8 no es probable que puedas salir impunemente, pero incluso en esa situación puede merecerte la pena hablar con tu jefe y explicarle la situación (obviamente, si consigues que te deje escapar a cambio tienes que ser demostrablemente más productivo). Si trabajas para ti, puedes ir a un parque si tu trabajo te lo permite (si tu herramienta es papel y lápiz, o si lo que estás haciendo es pensar). Una alternativa es una biblioteca pública (siempre que no sea época de exámenes, que es cuando están abarrotadas). Incluso una cafetería puede ser una buena opción si tiene mesas grandes, luz y no hay mucho trasiego de personas por delante de ti. Sí, es triste, pero un lugar público puede ser un entorno más amigable para el trabajo productivo que una oficina al uso.

            Evita tentaciones

            Los que fuimos a un colegio de curas tenemos muy oído eso de “quien evita la ocasión evita el pecado”. Y al final resulta que los curas tenían razón. Por eso:

          • Desconéctate de Internet. Puedes tirar del cable, deshabilitar la wifi o (menos radical) instalar un plugin para tu navegador que bloquee los sitios en los que sueles distraerte. En general, aunque para tu trabajo sea imprescindible internet, (por ejemplo, para escribir un blog) lo que no es imprescindible es estar conectado el 100% del tiempo. Recuerda, hay todo un mundo de tentación ahí fuera, y puedes caer con solo un click de ratón. Aplica lo de engañarte a ti mismo y póntelo difícil.

          • Borra los juegos. No tengas juegos ni vídeos ni nada que no sean herramientas de trabajo en tu ordenador. Esa partidita “de solo dos minutos para relajarte” puede convertirse en una sesión de dos horas a poco que te descuides. Si no puedes tener un ordenador para jugar y otro para trabajar, al menos crea un arranque dual y trabaja en un entorno libre de distracciones.

          • Crea una playlist con música adecuada para trabajar, dale al play y olvida que puedes pasar a otra canción. Lo de los casquitos para aislarte puede volverse en tu contra si te dedicas a hace de autoDJ en lugar de trabajar.

          • Usa un cuaderno. Coloca cerca del teclado un cuaderno y un boli y anota todas las ideas que se te ocurran sobre cosas que sería importantísimo hacer cuanto antes y solo te van a llevar un minuto. Si estás en fase creativa seguro que se te ocurren muchas, pero hacer muchas cosas a la vez es la menjor manera de asegurar que no vas a concentrarte en una de ellas. Escribiéndolas liberas tu mente de la preocupación de no acordarte después, y evitas interrumpir el flujo de trabajo para picotear aquí y allá.

                  Crea hábitos

                  Lo veremos con más profundidad, pero una de las claves para hacer lo que debemos hacer es no tener que pensar en ello. Los hábitos son una excelente manera de decirnos a nosotros mismos lo que tenemos que hacer, sin obligar a intervenir a nuestra capacidad de decisión consciente.

                • Crea una ceremonia para entrar en la zona. Haz cosas como prepararte un café, colocar el cuaderno o desconectar Internet, lanzar una playlist determinada, cambiar el fondo del escritorio… Estas cosas u otras similares ayudan a tu cerebro a darse cuenta de que vas a entrar en modo “desafío total”. Es algo parecido a lo que hacen los atletas antes de correr o saltar.

                • Establece un horario. Si es posible, establece una rutina horaria para trabajar en la zona. Idealmente, en las horas del día en las que estás más despierto y eres más productivo, en las que tienes menos interrupciones, en las que estás seguro de que tienes el tiempo suficiente como para entrar en la zona y permanecer en ella al menos un par de horas. Aunque no todos los días estés igual de concentrado, aunque no todos los días sean igual de productivos, incluso aunque muchos días sean una tortura en la que no consigues entrar en la zona por más que te esfuerces, a la larga tu revoltoso cerebro acaba asumiendo que ese es un momento para trabajar intensamente, y todo se hace más fácil.

                    Los lectores más perspicaces se habrán dado cuenta de que no he hablado de listas de tareas ni nada parecido. Y es que por regla general el problema con tus metas no es que no sepas qué tienes que hacer, sino que no eres capaz de hacerlo dando el 100%. Cuando hablemos de los deberes será otra historia.

                  • FUENTE: desencadenado

                    Los 10 mandamientos para tener una buena vida

                    10mandamientosUna buena vida es cuando no asumes nada, haces más, necesitas menos, sonríes a menudo y te das cuenta de lo afortunado que eres ahora mismo. Es sobre los simples placeres que te hacen feliz, las acciones compasivas que llevas a cabo, los objetivos personales que te esfuerzas por alcanzar, las relaciones que nutres y el legado que dejas atrás.

                    Así que a partir de hoy, decide tomar el control. Éstos son los diez mandamientos para ayudarte a vivir una buena vida.

                    I. Yo no soy perfecto y no voy a tratar de serlo.

                    Piensa en cuántas cosas no se hicieron en este mundo simplemente porque la gente estaban esperando el momento, la circunstancia y el lugar perfecto.

                    El mundo real no recompensa a los perfeccionistas. Se premia a las personas que hacen las cosas. Y la única manera de hacer las cosas es siendo imperfecto el 99% de las veces.

                    ll. No puedo, y no intentaré, complacer a todo el mundo.

                    No importa lo que hagas o cómo lo hagas, siempre habrá gente que no esté de acuerdo con lo que estés haciendo. Así es la vida. Así que no intentes complacerlos a todos. Simplemente haz lo que creas correcto.

                    Y recuerda, no importa cuantas personas no lo entiendan, lo que importa es cuantas sí lo hacen.

                    III. Tomaré parte de algo en lo que crea

                    Esto puede ser cualquier cosa. Algunas personas toman un papel activo en el consejo de su ciudad, algunos se refugian en la fe religiosa, algunos se unen a clubes sociales que apoyan causas en las que creen y otros encuentran la pasión en sus carreras. En cada caso el resultado psicológico es el mismo. Ellos se comprometieron en algo en lo que creen firmemente. Este compromiso trae felicidad y significado a sus vidas.

                    IV. Voy a darle prioridad a mis obligaciones y hacer las cosas importantes primero.

                    Establece tus prioridades y actúa de acuerdo a ellos. Es la única manera de hacer las cosas.

                    Es la única manera de convertir un sueño en realidad.

                    V. Elegiré a mis amigos sabiamente.

                    Tus amigos son la familia que elijes. Así que asegúrate de elegir amigos que sean dignos de tu tiempo y atención.

                    Rodéate de personas que reflejen la persona que quieras ser. Elije amigos de los que estés orgulloso de conocer, personas que admires, que ames y respetes, personas que iluminen tu día, por simplemente por estar en él.

                    VI. Ayudaré a otros cuando pueda.

                    En la vida, consigues lo que das.

                    Cuando impactas positivamente en la vida de alguien, también impactas positivamente en tu propia vida. Cuanto más ayudes a los demás, más te querrán ayudar.

                    VII. Me enfocaré en lo positivo.

                    Los pensamientos positivos están en todas las historia de éxito. La mente debe creer que puede hacer algo antes de ser capaz de hacerlo realmente.

                    La manera de superar los pensamientos negativos y las emociones destructivas es desarrollando emociones positivas que sean más fuertes y más poderosas. Escucha tu diálogo interior y reemplaza los pensamientos negativos por unos positivos. Independientemente de cómo una situación se vea, enfócate en el próximo paso positivo que siga.

                    VIII. Sólo puedo ser yo.

                    Judy Garland dijo una vez: “Siempre sé la versión de primera clase de ti mismo en lugar de ser la versión de segunda clase de alguien más.” Vive bajo esta declaración.

                    No hay tal cosa de vivir en los zapatos de alguien más. Los únicos zapatos que puedes ocupar son los suyos. Si no eres tú mismo, no estás viviendo de verdad, apenas estarás existiendo. Y pregúntate lo siguiente: Si no te gusta quien realmente eres, ¿Por qué me tendrías que agradar?

                    Tratar de ser alguien que no eres no es sexy. Sé tú mismo.

                    IX. Estaré aquí ahora.

                    La vida está pasando ahora mismo. En lugar de vivir en el pasado o preocuparte por el futuro, práctica ser y vivir en el presente.

                    Recuerda, el ahora es el único momento que tienes garantizado. El ahora es la vida. No te la pierdas.

                    X. La vida nunca mejora, sólo mi percepción lo hace.

                    El mundo que te rodea cambia cuando tú cambias.

                    Si te despiertas cada mañana con la idea de que algo maravilloso va a pasar en tu vida hoy, y prestar mucha atención, a menudo te darás cuenta de que tienes razón. Lo contrario también es cierto. La elección es tuya.

                    Fuente: marcandangel

                    domingo, 7 de agosto de 2011

                    Mitos sobre los emprendedores

                    entrepreneurs

                    Conclusiones de Five myths about entrepeneurs, un artículo publicado el pasado 29 de julio en el Washington Post que cuestiona algunos mitos creados sobre montar negocios en los últimos años.

                    Mito 1: El típico emprendedor norteamericano en nuevas tecnologías tiene menos de 30 años

                    “Nuestro estudio llevado a cabo entre 549 fundadores de empresas en una docena de industrias con altos niveles de crecimiento encontró que la media de edad de los fundadores cuando montan empresas es de 40 años. Los que tenían más de 50 duplicaban a los que tenían 25 y los que tenían más de 60 eran el doble de los que tenían menos de 20. El 70% estaban casados (…) y la mitología del chico en un garaje viene más de Hollywood que de Silicon Valley”.

                    Mito 2: El emprendedor nace, no se hace

                    “Inversores como Jason Calcanis proclaman que los emprendedores de éxito vienen de familias con iniciativa y suelen empezar vendiendo limonada de niños (…) Están equivocados. Nuestra investigación sobre emprendedores de éxito descubrió que el 52% fueron los primeros en su familia en empezar un negocio. Esto incluye a Bill Gates, Jeff Bezos, Larry Page o Sergey Brin. Sus padres eran profesores de universidad, abogados o burócratas”.

                    Mito 3: Los emprendedores no necesitan ir a la universidad

                    En Silicon Valley se ha puesto de moda la Thiel Fellowship, una beca que ofrece 100.000 dólares a estudiantes para dejar la universidad con el fin de montar un negocio. A su fundador, Peter Thiel, le gusta proclamar que los jóvenes con madera de emprendedor no deberían perder su tiempo en la universidad.

                    “Aunque hay personas brillantes que no lo necesitan, nuestros estudios revelaron que la mayor parte de los fundadores de compañías de ingeniería y tecnología tienen una educación muy completa. Sorprendentemente, aquellos que acuden a universidades de elite no tienen una ventaja significativa a la hora de tener éxito. Lo importante es tener una carrera y una buena formación. Cuanta más educación tenga, más posibilidades tiene de salir adelante su negocio”.

                    Mito 4: Las mujeres no logran avanzar en el mundo tecnológico

                    Aunque representan un porcentaje muy pequeño de los emprendedores tecnológicos, cuando su negocio funciona, las mujeres tienen un indice de éxito igual o mayor que los hombres, según Wadhwa.

                    “No es que las mujeres no tengan éxito en los negocios. De acuerdo con un estudio de la empresa de capital riesgo Iluminate Ventures, las compañías lideradas por mujeres son más eficientes y las empresas con financiación capitaneadas por mujeres suelen ganar un 12% más. (…)  El problema es más complejo. Pocas mujeres reciben apoyo de sus padres para estudiar ingeniería y cuando visitan oficinas de capital riesgo les hacen preguntas despectivas del tipo: ‘¿Cómo vas a gestionar una empresa cuando tengas hijos?”.

                    Mito 5: El capital riesgo es la clave para innovar

                    Según Wadhwa, la influencia del capital riesgo en el éxito de las startups está sobredimensionada.

                    “Menos del 5% del capital riesgo se asigna a compañías en sus comienzos, los que más asumen el riesgo de crear productos innovadores. Nuestro análisis de más de 500 compañías en industrias de alto crecimiento encontró que solo el 11% utilizaron fondos de capital riesgo”.

                    Fuente: yorokobu.es
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