viernes, 19 de agosto de 2011

Factores que condicionan tu productividad

productividad-200Además de saber qué tienes que hacer y tener tiempo para hacerlo, cosas que no siempre son fáciles, si quieres mejorar tu productividad es fundamental que controles los factores externos e internos que influyen en ella. Como hemos visto, no es lo mismo hacer un trabajo creativo y que demande toda tu capacidad intelectual que hacer tareas tediosas pero obligatorias. Por eso muchos de los consejos que son útiles para ser productivo en un tipo de tarea pueden ser ineficaces e incluso contraproducentes en la otra.

Hoy vamos a ver los factores que te ayudan a trabajar en la zona, en tus metas, y en una próxima entrega veremos los factores que pueden ayudarte a realizar las obligaciones.

Aislamiento

Para estar en la zona, como vimos anteriormente, necesitas aislarte del exterior. Dependiendo de tu capacidad de concentración ese aislamiento puede ser más o menos extremo. Prueba con la siguiente lista, y aplica todo lo que sea necesario en tu caso:

  • Aislamiento acústico. los ruidos son una fuente constante de distracción. El trabajo en cubículos, o peor aún, en praderas en enormes salas en las que hay gente charlando, hablando por teléfono o incluso comiendo, aunque sea la tónica en muchas empresas, puede ser el mayor impedimento para tu productividad. Si es el caso, ponte unos auriculares, procura que sean de calidad, ya que vas a estar muchas horas con ellos puestos, y aíslate del exterior. Lo ideal son unos auriculares con cancelación de ruido exterior, que te permiten oír tu música a menos volumen sin escuchar el ruido de fuera. Si trabajas desde casa, por supuesto, lo primero es evitar cosas como “poner la tele porque me hace compañía”. Si vives con más personas es posible que tengas que considerar que tu hogar es un entorno tan hostil como una oficina, y debas usar también auriculares.

  • Evita interrupciones. Los auriculares ya son una señal externa de que no estás disponible, con lo que evitarás las típicas visitas del colega que prefiere preguntarte un dato a buscarlo por si mismo. Además, cierra el correo electrónico, todas las redes sociales y apaga el móvil. Créeme, con la excepción de un ataque de zombies, cualquier otra cosa puede esperar un par de horas. Los contestadores están para ser usados. Si el sitio donde trabajas tiene puerta, ciérrala.

  • Establece horarios. Esto te ayuda tanto a ti como a los que te rodean a respetar esas horas de productividad concentrada. Si saben que en una o dos horas vas a poder atenderles, cualquiera preferirá esperar y que lo hagas de buen grado a interrumpirte y llevarse un bufido.

  • Huye. Si a pesar de todas las medidas las interrupciones son constantes, simplemente vete a otro sitio. Claro que si trabajas encadenado de 8 a 8 no es probable que puedas salir impunemente, pero incluso en esa situación puede merecerte la pena hablar con tu jefe y explicarle la situación (obviamente, si consigues que te deje escapar a cambio tienes que ser demostrablemente más productivo). Si trabajas para ti, puedes ir a un parque si tu trabajo te lo permite (si tu herramienta es papel y lápiz, o si lo que estás haciendo es pensar). Una alternativa es una biblioteca pública (siempre que no sea época de exámenes, que es cuando están abarrotadas). Incluso una cafetería puede ser una buena opción si tiene mesas grandes, luz y no hay mucho trasiego de personas por delante de ti. Sí, es triste, pero un lugar público puede ser un entorno más amigable para el trabajo productivo que una oficina al uso.

            Evita tentaciones

            Los que fuimos a un colegio de curas tenemos muy oído eso de “quien evita la ocasión evita el pecado”. Y al final resulta que los curas tenían razón. Por eso:

          • Desconéctate de Internet. Puedes tirar del cable, deshabilitar la wifi o (menos radical) instalar un plugin para tu navegador que bloquee los sitios en los que sueles distraerte. En general, aunque para tu trabajo sea imprescindible internet, (por ejemplo, para escribir un blog) lo que no es imprescindible es estar conectado el 100% del tiempo. Recuerda, hay todo un mundo de tentación ahí fuera, y puedes caer con solo un click de ratón. Aplica lo de engañarte a ti mismo y póntelo difícil.

          • Borra los juegos. No tengas juegos ni vídeos ni nada que no sean herramientas de trabajo en tu ordenador. Esa partidita “de solo dos minutos para relajarte” puede convertirse en una sesión de dos horas a poco que te descuides. Si no puedes tener un ordenador para jugar y otro para trabajar, al menos crea un arranque dual y trabaja en un entorno libre de distracciones.

          • Crea una playlist con música adecuada para trabajar, dale al play y olvida que puedes pasar a otra canción. Lo de los casquitos para aislarte puede volverse en tu contra si te dedicas a hace de autoDJ en lugar de trabajar.

          • Usa un cuaderno. Coloca cerca del teclado un cuaderno y un boli y anota todas las ideas que se te ocurran sobre cosas que sería importantísimo hacer cuanto antes y solo te van a llevar un minuto. Si estás en fase creativa seguro que se te ocurren muchas, pero hacer muchas cosas a la vez es la menjor manera de asegurar que no vas a concentrarte en una de ellas. Escribiéndolas liberas tu mente de la preocupación de no acordarte después, y evitas interrumpir el flujo de trabajo para picotear aquí y allá.

                  Crea hábitos

                  Lo veremos con más profundidad, pero una de las claves para hacer lo que debemos hacer es no tener que pensar en ello. Los hábitos son una excelente manera de decirnos a nosotros mismos lo que tenemos que hacer, sin obligar a intervenir a nuestra capacidad de decisión consciente.

                • Crea una ceremonia para entrar en la zona. Haz cosas como prepararte un café, colocar el cuaderno o desconectar Internet, lanzar una playlist determinada, cambiar el fondo del escritorio… Estas cosas u otras similares ayudan a tu cerebro a darse cuenta de que vas a entrar en modo “desafío total”. Es algo parecido a lo que hacen los atletas antes de correr o saltar.

                • Establece un horario. Si es posible, establece una rutina horaria para trabajar en la zona. Idealmente, en las horas del día en las que estás más despierto y eres más productivo, en las que tienes menos interrupciones, en las que estás seguro de que tienes el tiempo suficiente como para entrar en la zona y permanecer en ella al menos un par de horas. Aunque no todos los días estés igual de concentrado, aunque no todos los días sean igual de productivos, incluso aunque muchos días sean una tortura en la que no consigues entrar en la zona por más que te esfuerces, a la larga tu revoltoso cerebro acaba asumiendo que ese es un momento para trabajar intensamente, y todo se hace más fácil.

                    Los lectores más perspicaces se habrán dado cuenta de que no he hablado de listas de tareas ni nada parecido. Y es que por regla general el problema con tus metas no es que no sepas qué tienes que hacer, sino que no eres capaz de hacerlo dando el 100%. Cuando hablemos de los deberes será otra historia.

                  • FUENTE: desencadenado

                    Los 10 mandamientos para tener una buena vida

                    10mandamientosUna buena vida es cuando no asumes nada, haces más, necesitas menos, sonríes a menudo y te das cuenta de lo afortunado que eres ahora mismo. Es sobre los simples placeres que te hacen feliz, las acciones compasivas que llevas a cabo, los objetivos personales que te esfuerzas por alcanzar, las relaciones que nutres y el legado que dejas atrás.

                    Así que a partir de hoy, decide tomar el control. Éstos son los diez mandamientos para ayudarte a vivir una buena vida.

                    I. Yo no soy perfecto y no voy a tratar de serlo.

                    Piensa en cuántas cosas no se hicieron en este mundo simplemente porque la gente estaban esperando el momento, la circunstancia y el lugar perfecto.

                    El mundo real no recompensa a los perfeccionistas. Se premia a las personas que hacen las cosas. Y la única manera de hacer las cosas es siendo imperfecto el 99% de las veces.

                    ll. No puedo, y no intentaré, complacer a todo el mundo.

                    No importa lo que hagas o cómo lo hagas, siempre habrá gente que no esté de acuerdo con lo que estés haciendo. Así es la vida. Así que no intentes complacerlos a todos. Simplemente haz lo que creas correcto.

                    Y recuerda, no importa cuantas personas no lo entiendan, lo que importa es cuantas sí lo hacen.

                    III. Tomaré parte de algo en lo que crea

                    Esto puede ser cualquier cosa. Algunas personas toman un papel activo en el consejo de su ciudad, algunos se refugian en la fe religiosa, algunos se unen a clubes sociales que apoyan causas en las que creen y otros encuentran la pasión en sus carreras. En cada caso el resultado psicológico es el mismo. Ellos se comprometieron en algo en lo que creen firmemente. Este compromiso trae felicidad y significado a sus vidas.

                    IV. Voy a darle prioridad a mis obligaciones y hacer las cosas importantes primero.

                    Establece tus prioridades y actúa de acuerdo a ellos. Es la única manera de hacer las cosas.

                    Es la única manera de convertir un sueño en realidad.

                    V. Elegiré a mis amigos sabiamente.

                    Tus amigos son la familia que elijes. Así que asegúrate de elegir amigos que sean dignos de tu tiempo y atención.

                    Rodéate de personas que reflejen la persona que quieras ser. Elije amigos de los que estés orgulloso de conocer, personas que admires, que ames y respetes, personas que iluminen tu día, por simplemente por estar en él.

                    VI. Ayudaré a otros cuando pueda.

                    En la vida, consigues lo que das.

                    Cuando impactas positivamente en la vida de alguien, también impactas positivamente en tu propia vida. Cuanto más ayudes a los demás, más te querrán ayudar.

                    VII. Me enfocaré en lo positivo.

                    Los pensamientos positivos están en todas las historia de éxito. La mente debe creer que puede hacer algo antes de ser capaz de hacerlo realmente.

                    La manera de superar los pensamientos negativos y las emociones destructivas es desarrollando emociones positivas que sean más fuertes y más poderosas. Escucha tu diálogo interior y reemplaza los pensamientos negativos por unos positivos. Independientemente de cómo una situación se vea, enfócate en el próximo paso positivo que siga.

                    VIII. Sólo puedo ser yo.

                    Judy Garland dijo una vez: “Siempre sé la versión de primera clase de ti mismo en lugar de ser la versión de segunda clase de alguien más.” Vive bajo esta declaración.

                    No hay tal cosa de vivir en los zapatos de alguien más. Los únicos zapatos que puedes ocupar son los suyos. Si no eres tú mismo, no estás viviendo de verdad, apenas estarás existiendo. Y pregúntate lo siguiente: Si no te gusta quien realmente eres, ¿Por qué me tendrías que agradar?

                    Tratar de ser alguien que no eres no es sexy. Sé tú mismo.

                    IX. Estaré aquí ahora.

                    La vida está pasando ahora mismo. En lugar de vivir en el pasado o preocuparte por el futuro, práctica ser y vivir en el presente.

                    Recuerda, el ahora es el único momento que tienes garantizado. El ahora es la vida. No te la pierdas.

                    X. La vida nunca mejora, sólo mi percepción lo hace.

                    El mundo que te rodea cambia cuando tú cambias.

                    Si te despiertas cada mañana con la idea de que algo maravilloso va a pasar en tu vida hoy, y prestar mucha atención, a menudo te darás cuenta de que tienes razón. Lo contrario también es cierto. La elección es tuya.

                    Fuente: marcandangel
                    Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...